Reportaje

Variedades pecaminosas para todos los gustos

Los Placeres Nocturnos de Chapinero

Es una de las zonas mas concurridas

de Bogotá durante el día gracias al

variado comercio que ofrece. Pero

pocos imaginan la otra cara que

esconde este sector cuando se oculta

el sol hasta que vuelve a aparecer.

Cuando se inicia a recorrer un pequeño sector de chapinero que comprende ente las Calles 68 hasta la 49 a altas horas de la noche. Muchos pensarían que no se encontraría nada con excepción de algunos ladrones, indigentes y una que otra prostituta trabajando en alguna de las esquinas.

Pero realmente si se quiere conocer realmente lo que puede ofrecer esta “porción” de ciudad hay que salir del monotonismo de la zona rosa o el parque de la 93. Así que para conocer y disfrutar hay que pasar por las tres estaciones de chapinero recorridas aproximadamente en 480 minutos.

Estación 1: Una noche se inicia por la Rumba

Normalmente la rumba del fin de semana de cualquier persona se inicia a las diez de la noche en cualquier sitio “play” de las zonas comunes del norte de la capital. Pero en chapinero es diferente; entre las calles 63 y 51 con carrera séptima y trece. La rumba inicia a partir del medio día  ya que acá se encuentran mucha universidades e institutos técnicos.

Uno de los sitios que mas  marcan la rumba son los “Chuzos de la 51”. Es decir los bares de la calle 51 con séptima. En donde se encuentra una gran variedad de música, licor  y personas mayores y menores de edad. Es común que se encuentren menores de edad en este tipo de sitios, aunque la mayor parte son mujeres. Esto se da ya que es un “gancho” para los bares, ya que sirve para que los hombres ingresen consuman grandes cantidades de alcohol y se vallan de “casería” en busca de pareja para el resto de la tarde o de la noche.

Los precios de la mayor parte de estos lugares son módicos, con un presupuesto mayor de 15 mil y menor de 30 mil pesos entre un grupo de seis personas se logra pasar un buen momento de alicoramiento, salir con pareja o con algún golpe en la cara. Las peleas en estos sitios son continuas teniendo en cuenta que las horas predilectas para estos “bonches” son las seis de la tarde, doce y tres de la madrugada.

Pero si las orientaciones del público no es heterosexual, también existen planes, aunque estos son mas nocturnos. Entre una bandera con los colores del arco iris se inicia la rumba gay, que comprende las calles 59 y 57. Acá es donde según los expertos se encuentra la mejor rumba gay de Latinoamérica, exactamente en un lugar llamado Teatron.

Es donde concurre la crema y nata de la sociedad gay, pero para poder ingresar a este sitio se necesita un muy buen presupuesto mayor a 200.000 por persona, ya que hay que pagar la entrada al  evento que se presente allí esa noche. Aunque existen otros lugares alrededor de este en que la entrada esta en promedio de los diez mil pesos ofreciendo pantallas con pornografía o en algunos con sexo en vivo.

Aunque la rumba se encuentra alrededor de 8 cuadras, se puede observar que hay para todos los gustos y presupuestos además que ofrecen una gran variedad de actos y deleites para el publico que quiere divertirse dentro de este sector.

Estación 2: Entre sabanas y espejos

Si después de la rumba o simplemente se quiere pasar un momento de lujuria y pasión con alguien, solo hay que desplazarse hacia la calle 63 con avenida caracas en donde encontraremos los palacios del amor. Dentro de este sector se encuentra una de las zonas más grandes de moteles de la ciudad. Estos sitios son perfectos para culminar una noche de rumba.

Existen toda clase y variedad de estos sitios. Primero se encuentran los de perfil bajo. Son casonas del antiguo chapinero que se esconden entre cigarrerías y uno que otro instituto de idiomas. Ofrecen los servicios de un momento de placer para las parejas. Estas habitaciones tienen un espacio de unos cuatro metros cuadrados con una cama semidoble, una mesa de noche con una lámpara y finalmente una pared con un gran espejo. Todo este lujo por solo módicos doce mil pesos la hora o el rato de cuatro horas por 30 mil.

Pero también se encuentran las residencias de mayor estatus. Son edificios construidos especialmente para cumplir la función de moteles. Estos sitios ofrecen una gran variedad de elementos dentro de la habitación como jacuzzi, sauna, sillas de posturas, columpios sexuales, televisión con cable, ducha masejeadora, entre otros. Claro que esto de pende de la habitación que se escoja si es básica, premium o la suite. Entre las tres varían sus precios desde 50 mil el rato (3 horas), hasta de más cien mil pesos la noche.

Si al salir a rumbear se estuvo de buenas y se cuenta con un extra de presupuesto se puede disfrutar de una agradable noche. Dando así rienda suelta al reflejo de una noche llena de planes en un sector que ofrece una gran variedad placeres para disfrutar.

Estación 3: Las profesionales del amor

Otro de los planes a considerar en una noche de chapinero si no se desea pasar por las dos estaciones anteriores. Es la de recurrir a los diferent4es centros de placer como los son las wisquerias o mejor conocidos como prostíbulos.

Estos centros si los podemos encontrar distribuidos en la mayor parte del sector. Así como en los moteles existen sitios muy económicos, también existen otros de mayor presupuesto. Dentro de luces de neon y anunciadores que reparten volantes y promociones de cerveza para ingresar a mirar un show.

Se encuentran los de un “bajo presupuesto”. Dentro de estos sitios se encuentran mujeres que cobran por un momento de placer alrededor de unos 40 mil pesos más la habitación que es lo que pida el lugar, o si se va con un grupo de amigos pagar por un show privado alrededor de 30 mil pesos por media hora de diversión y morbo masculino.

Pero también se encuentra la elite del sector en cuanto a este tema se refiere se ubica en la calle 49 con 13. Así como si fuese la misma realeza, los porteros del lugar abren la puerta del taxi o auto, y con una gran educación tratan a cada uno de los clientes que ingresan através una muy discreta puerta verde oscura. Dentro del lugar le ofrecen una muy elegante carta y con una buena propina puede comprar al mesero para que le atienda toda la noche.

Existen una gran variedad de mujeres que no tiene que envidiarle nada a ninguna modelo y que vienen de diferentes partes el país en busca de oportunidades. Dependiendo también del trago pueden llevarle un numero determinado de acompañantes para que se escoja con quien desea pasar la noche. Si se desea adquirir los servicios de alguna de estas jovencitas hay que tener un presupuesto mínimo de 200.000 mil pesos por 60 minutos de placer.

Así entre bares, moteles y prostitutas se puede encontrar diferentes momentos de diversión dentro de uno de los sectores mas populares de la ciudad pero que su vida diaria contrasta mucho con su existencia nocturna. Ya que entre tres estaciones de Transmilenio y dirigiéndose hacia la séptima o abajo de la caracas se puede encontrar otro mundo que mal que bien entre su deterioro social puede se la vía hacia el gozo de diferentes placeres pecaminosos que el ser humano siempre desea disfrutar.